jueves, 7 de febrero de 2013

262: AQUELLA QUE PIENSA QUE LOS FRACASOS QUE LE IRRITAN DEL IMPERFECTO ES SÓLO ASUNTO DE ÉL, SE EQUIVOCA. SI TÚ NO TE PREOCUPAS DE TUS MARCAS PARA SUPERARLOS, TU PEOR ES NADA SE REFLEJARÁ EN TÚ ACTITUD Y TAMPOCO SE OCUPARÁ DE LOS SUYOS.

Cuando pongan en común lo aprendido cada uno, podrán enriquecerse mutuamente con las posiciones que hayan ejercitado cada uno con los vecinos/as. Por un lado comparten lo positivo, por el otro pueden ser el modelo para aprender a superar lo negativo, y además descubrir las fantasías desconocidas para ambos.

Si no tratan de ocuparse de ustedes mismos, todo aquello que no trabajen invade el terreno del otro y el conflicto está servido. Proyectar la necesidad de cambio, que no es otra cosa que la necesidad que tienen ustedes de hacerlo en alguna otra faceta de su vida. Es el patrón de cabalgador-cabalgadura. No sólo es el montador el que invade, también lo es consigo misma la que lo permite. El invasor externo no es más que la materialización del interno, cuando el miedo y la ira invaden nuestros pensamientos y sentimientos atraemos a personas que recogen esa energía y nos la proyectan. Las personas atrapadas en este patrón son víctimas del otro tanto como de sí mismos.

Para salir de ese patrón en el que un polo negativo alimenta al otro no existe más camino que ejercitar el de benefactor-beneficiado, es decir, profundizar en la ciencia de hacerse feliz a uno mismo y beneficiar al otro por reflejo.

No somos lo que creemos que somos, somos lo que elegimos SER. No se trata luchar contra la monotonía sino alimentar la magia, o criticar lo malo sino encontrar y alimentar lo bueno. Para vencer los defectos no hemos de pensar en cómo luchar contra ellos, sino pensar, sentir, estudiar, ejercitar y vivir las virtudes contrarias.

1.- Haz una lista de lo que desees recibir de tu copuchento.
• Desearía que me hiciera más cositas
• Que prefiriera estar conmigo en lugar de estar con sus amigos.
• Que se ocupara más de lo que siento.
• Que tuviera más detalles en el precoito
• Que pensara más en cómo hacerme gozar.
• Que respete mis pasiones.

2.- Pregúntate si piensas, sientes o haces eso mismo por ti.
Comprobarás que pretendes que los demás hagan por ti lo que tú no sueles hacer por ti misma. Por ejemplo y siguiendo con la lista anterior:
• ¿Eres de las que te masturbas o de las que siempre esperan que te lo haga él?
• ¿Prefieres estar contigo misma, en tus proyectos, ocupada contigo misma, o fuera de ti pensando en otros, como por ejemplo dónde estará tu pareja? Cuanto más centrada en ti misma estés, más lo estará tu pareja, puesto que es tu reflejo.
• ¿Te ocupas de lo que sientes o te torturas pensando en lo que hace o deja de hacer él?
• ¿Tienes detalles contigo misma? ¿y con él?
• ¿Piensas en cómo hacerte gozar a ti misma o más bien en cómo él debería hacerlo?
• ¿Respetas tus pasiones o eres de las que te obligas a hacer cosas por lo que dirán, o por evitar un enfrentamiento?

3.- ¿Qué puedo hacer yo por mi felicidad?
Como tu imperfecto es el reflejo de ti misma, todo lo que sepas hacer por ti, sabrás cómo avisar a tu pareja, y tras un periodo de adaptación y de mantenerte en tu nueva actitud, conseguirás que tu reflejo en el exterior cambie también. Disfruta de hacer por ti lo que deseas que los demás hagan por ti.

4.- Ahora que ya sé hacerme feliz ¿Cómo puedo hacer yo feliz a los demás?
Eso mismo que ya sabes hacer contigo misma puedes ahora proyectarlo fuera hacia tu pareja y al resto del vecindario. Pero no porque necesites que te lo devuelvan, sino porque disfrutas de entregarte a los demás.

Algunas conclusiones
• Si te planteas una copulación desde la privación y el menoscabo, es decir, si buscas a alguien para compensar tus deficiencias, atraerás a alguien que buscará en ti también a alguien que compense las suyas. Si piensas en pedir, te pedirán.

• Si te planteas una copulación desde lo que puedas ofrecer, desde lo que tienes de bueno y desees compartir, encontrarás una relación en la que se puede construir desde las pasiones de ambos, una relación que podrá evolucionar. Cada uno aprenderá de lo mejor del otro. Si piensas en ofrecer, te ofrecerán.

• Piensa que la que tiene un patrón de carencia en algo tiene excesos en otra faceta de su personalidad. Alguien que tiene ese patrón en su vida es porque tiene asociado algo bueno y positivo a ella. Por ejemplo, hay quien piensa que cuanto más sexo, mejor. Y en la mayoría de los casos así es.

• Si ya no te satisfacen los opuestos piensa en el equilibrio, la mejor virtud en la pareja. La justa medida es el equilibrio, los extremos nunca fueron lo mejor puesto que son destructivos. Es pasar de la idea de “bueno” y “malo”, a que lo mejor es el centro. Si eres de las que tienen asociado que el equilibrio es aburrido, desengáñate, lo aburrido es tener que recuperarse de los estragos que causan los extremos.

1 comentario:

  1. Es una lastima ver que las respuestas no me fueron satisfactorias, que pena.

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